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La tercera edición del Festival Internacional de Cine Cannábico (FICC) comienza hoy en Buenos Aires hasta el 26 de febrero con entrada gratuita y una programación de 35 películas de 16 países, una competencia de largometrajes de ficción y actividades como shows musicales, charlas, exhibiciones fotográficas y oferta gastronómica relativos a la marihuana.

El festival se realizará en la Casa del Bicentenario, el Complejo Manzana de las Luces y el bar Cave Canem, con la señal Octubre TV a cargo de emitir parte de la programación entre el próximo lunes y el 6 de marzo.

Con 35 filmes provenientes de 16 países el Festival contará con tres secciones competitivas: Largometrajes Internacional, Documental Internacional y Cortometraje Internacional.

«Benjamim Zambraia e o Autopanóptico», de Felipe Cataldo; «Fosforos mojados», de Sebastián Duque; «La uruguaya», de Ana García Blaya; y «Las cosas donde ya no estaban», de Fabio Vallarelli, son algunos de los largos de ficción que tomarán parte de la competencia

Habrá un día dedicado al arte con exposiciones de artistas nacionales e internacionales, conciertos, gastronomía, talleres de formación para cultivadores y debates y conversatorios.

«El festival nace en 2019 en Montevideo y empezó como una fantasía, pero nos dimos cuenta de que había un montón de películas que tocaban la temática, o sea que no era tan de gueto el tema sino que cada vez más se abre el mundo a esta temática y hay más material», contó en diálogo con Télam Malena Bystrowicz, programadora y una de las directoras del FICC.

Bystrowicz destacó que en las nuevas ediciones del festival, «cada vez tenemos más propuestas y actividades paralelas, como conciertos, exposiciones de fotos y afiches, haciendo un énfasis en el cannabis en relación con el arte».

«Durante la segunda edición tomamos conciencia de todo lo que necesitaba el espacio: encontrarnos, debatir, poner estos temas en la pantalla, convocar a las organizaciones, artistas y trabajadores del cannabis para expandirnos e incorporar más ideas, otras disciplinas, competencias y actividades», agregó.

«Hay necesidad de profundizar la propuesta y este año nos animamos a programar películas que hablen también de otras drogas o sustancias y, poner en debate el prohibicionismo, la reducción de daños, la salud mental, los negocios e intereses que hay detrás, la falta de información y por qué algunas drogas son legales y otras están prohibidas o estigmatizadas», consideró.

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