El PAMI debe más de $1.200 millones a las farmacias desde enero, lo que pone en peligro la provisión de medicamentos a los afiliados. Las farmacias advierten que podrían cortar el servicio si no se regularizan los pagos.
La situación económica de las farmacias en todo el país se encuentra en un punto crítico debido al atraso en el pago de las prestaciones del PAMI. Desde enero, el organismo no ha cumplido con los pagos acordados, acumulando una deuda que ya supera los $1.200 millones, según denuncian la Confederación Farmacéutica Argentina y sus Colegios.
Este atraso crónico ha llevado a las farmacias a una situación límite, donde la falta de reposición de medicamentos amenaza con interrumpir el servicio no solo a los afiliados del PAMI, sino también a toda la Seguridad Social.
Esto se debe a la ruptura de la cadena de crédito de las farmacias con las droguerías, lo que dejó a muchas de ellas sin posibilidad de adquirir los medicamentos necesarios para continuar operando. Según los farmacéuticos, están «presas de una negociación» entre el gobierno nacional y las grandes empresas farmacéuticas, las cuales buscan recuperar la administración del PAMI que perdieron en 2018.
En medio de esta crisis, PAMI modificó recientemente la cobertura de medicamentos, imponiendo nuevos requisitos que no incluyen auditorías adicionales. Sin embargo, estas modificaciones han generado más preocupación entre los farmacéuticos, quienes observan con impotencia cómo muchos jubilados han dejado de llevar algunos tratamientos porque ya no tienen la cobertura completa. «Muchos pasaron de cobertura al 100% a tener que pagar el 60% de un medicamento que es más caro fuera del PAMI», explicaron.
La falta de respuesta oficial por parte del PAMI y la incertidumbre sobre cuándo se retomarán los pagos aumentan la preocupación en el sector. Las farmacias exigen que se regularicen los pagos de manera urgente para evitar el colapso del servicio que afectaría a miles de jubilados en todo el país.