El mes de agosto llegó con malas noticias para el bolsillo de los argentinos. El Gobierno nacional decidió aplicar aumentos en las tarifas de luz, gas y combustibles, poniendo fin a varios meses de congelamiento.
Después de mantener las tarifas congeladas durante el invierno para evitar un alza en la inflación, el ministro de Economía, Luis Caputo, autorizó incrementos de hasta un 4% en las tarifas de luz y gas a partir de agosto. Estos ajustes corresponden a los componentes de transporte y distribución que habían permanecido sin cambios en los últimos meses.
Además, los combustibles también subieron un 3% en promedio, donde el litro de nafta súper en estaciones Axion alcanzó los 1.099 pesos y la nafta premium los 1.356 pesos. En las estaciones YPF, la nafta super se ubicó en 1.055 pesos, mientras que el litro de Infinia llegó a 1.299 pesos.
Estos incrementos se deben, en parte, a la actualización de impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, sumados a la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial. La consecuencia directa será un incremento en el precio de los alimentos y diversos servicios, afectando aún más el costo de vida.