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Axel Kicillof se enfrenta a Javier Milei por la paralización de obras nacionales en la provincia de Buenos Aires. Con llamativos stickers, denuncia la falta de apoyo del Gobierno Nacional.

En una medida contundente, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, ha comenzado a colocar pegatinas rojas con letras blancas en las obras públicas que el Gobierno Nacional, bajo la presidencia de Javier Milei, ha decidido frenar. «Obra paralizada por el Gobierno Nacional», se lee en los stickers, que buscan explicitar la situación crítica que enfrentan las infraestructuras en desarrollo.

La tensión entre Kicillof y Milei no es nueva. El gobernador ha criticado abiertamente el cese de los fondos fiduciarios que recibía la provincia y la presión para adherir al RIGI, con la planta de GNL en Bahía Blanca como punto de conflicto. En abril, ya se podían ver los primeros carteles que denunciaban el freno a las obras esenciales para el desarrollo regional.

Durante una visita a Guaminí, Kicillof junto al ministro de Obras Públicas y el de Gobierno, recorrieron varias obras detenidas por Nación. Aseguraron que «todas estas obras podrían terminarse con los fondos discrecionales que recientemente se asignaron a los servicios de inteligencia», refiriéndose a los 100 mil millones de pesos otorgados por decreto a la SIDE. «El Gobierno Nacional miente cuando dice que no hay plata», afirmó Kicillof, comprometiéndose a que la provincia completará las obras necesarias, como la ruta del cereal, a pesar de los obstáculos financieros.

El intendente de Guaminí, José Nobre Ferreira, detalló que son 20 las obras nacionales paralizadas en su distrito, incluyendo viviendas, cloacas y redes de agua. Kicillof y su equipo visitaron dos de estas obras: un Centro de Desarrollo Infantil y una planta de tratamiento de agua, que estaba al 81% de su finalización antes de ser detenida.

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