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El Servicio de Neonatología Olavarría en la Clínica Cemeda cerró sus puertas, dejando a 9 trabajadores cesantes y poniendo en riesgo la vida de bebés prematuros extremos.

Desde 1992, el Servicio de Neonatología Olavarría en la Clínica Cemeda era el único centro de terapia neonatal de alta complejidad en la comuna, ofreciendo atención crucial a neonatos de la región y ciudades vecinas. Sin embargo, el reciente cierre del servicio ha dejado cesantes a sus 9 trabajadores, incluyendo una empleada administrativa, dos mucamas, cinco enfermeras y un enfermero. Este cierre genera gran preocupación, ya que la atención a bebés prematuros extremos ahora dependerá de derivaciones fuera de los límites de Olavarría.

“Si hoy existieran complicaciones con la salud de algún bebé en un parto, no existe en Olavarría un servicio al cual derivarlo”, señaló una fuente cercana a neonatología al medio local Verte. El riesgo es evidente: en casos de emergencias neonatales, la falta de un centro de alta complejidad local podría significar que los bebés no lleguen con vida a los destinos de derivación.

El Servicio de Neonatología Olavarría era un centro de derivación por excelencia, recibiendo neonatos de clínicas locales y de ciudades vecinas. Sin embargo, desde hace más de un año, el servicio estaba siendo subsidiado por el Municipio, y los propietarios habían intentado venderlo sin éxito. “Lamentablemente, el Hospital Municipal no tiene la alta complejidad necesaria para atender casos extremos”, concluyeron fuentes cercanas al servicio.

La comunidad de Olavarría y de la región enfrenta ahora un desafío significativo en la atención neonatal, con la necesidad urgente de encontrar soluciones para garantizar la vida y salud de los recién nacidos más vulnerables.

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