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Un efecto dominó arrasó con la trunca Superliga europea que desde el domingo, día de su anuncio, hasta la fecha solo cosechó críticas en todos los ámbitos del fútbol, motivo que aceleró la salida de la mayoría de sus 12 clubes fundadores.

Chelsea y Manchester City fueron los primeros en bajarse el martes y a ellos se unieron sus pares compatriotas Liverpool, Manchester United, Tottenham y Arsenal.

Las fichas de grueso calibre fueron empujándose una con otra de manera veloz, hicieron mucho ruido en la caída, y dejaron cada vez más solo a Real Madrid, cara visible del proyecto a través de la voz de su presidente, Florentino Pérez.

Atlético de Madrid, Inter, Milan y Juventus hicieron oficial hoy su retirada con los respectivos comunicados.

“El Consejo de Administración del Atlético de Madrid, reunido este miércoles por la mañana, ha decidido comunicar formalmente a la Superliga y al resto de clubes fundadores su decisión de no formalizar finalmente su adhesión al proyecto», señala el comunicado oficial del club difundido en sus redes sociales.

El «colchonero» explicó que tomó la decisión el pasado lunes «de sumarse a este proyecto atendiendo a unas circunstancias que al día de hoy ya no se dan».

«Para el club es esencial la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados», agrega el comunicado, en referencia a la reacción de miles de hinchas de los clubes involucrados que rechazaron la creación del nuevo torneo europeo.

El plantel del «Aleti» y su entrenador, el argentino Diego Simeone, «han mostrado su satisfacción por la decisión del club, al entender que los méritos deportivos deben primar por encima de cualquier otro criterio”, indicó el texto difundido por el club.

Desde Inter esgrimieron que están «comprometidos» a brindarle a los hinchas «la mejor experiencia futbolística» y apuntaron que su compromiso con las partes interesadas para mejorar la industria del fútbol «nunca cambiará».

El comunicado de Milan apunta al llamado de atención de los hinchas sobre la Superliga, razón que cambió su parecer sobre el proyecto, pero dejó en claro que continuarán trabajando para «ofrecer un modelo de fútbol sostenible».

En tanto, Juventus indicó que el plan de los 12 clubes fundadores tiene «tiene limitadas posibilidades de completarse en la forma en que fue concebido inicialmente».

El retiro de la «Vecchia Signora» le generó un impacto en la Bolsa de Milán con la caída de un 13,70% de sus acciones.

La Superliga Europea fue anunciada el pasado domingo por sus 12 socios fundadores, todos ellos empinados clubes europeos, y durante la jornada del martes -apenas 48 horas después de su lanzamiento- terminó su fugaz existencia con la renuncia de la mitad de sus integrantes.

Los clubes ingleses resolvieron ayer bajarse de la iniciativa ante la presión del arco deportivo e institucional del mundo entero, en medio de fuertes posturas por parte de la UEFA y la FIFA, que amenazó con la prohibición de jugar la Copa del Mundo a nivel selecciones para los futbolistas que participaran de la Superliga.

Las críticas contra la Superliga excedieron inclusive el ámbito del fútbol, cuando el propio papa Francisco expresó su rechazo, mientras los hinchas del Chelsea protestaban en la calle al paso del micro que transportaba al plantel, rumbo al partido que empató sin goles ante el Brighton, por la Premier League.

Manchester City fue el primero de «los 12» en hacer oficial ayer -a través de un comunicado difundido en sus redes sociales- su retiro del proyecto de la Superliga Europea, y pocas horas después se bajaban los otros cinco equipos ingleses.

Las únicas fichas en pie son Real Madrid y Barcelona. Ambos son los únicos clubes fundadores que no pertenecen a las formas de las sociedades anónimas, pero no están obligados a definir su salida a través del voto de sus socios.

Según Cadena Ser de España, la elección se puede impulsar si un 3% de los socios recogen firmas o un 10% lo solicita como punto del día de la Asamblea.

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